Nada pasará, ni un mail, ni un chat. La proposición no tuvo una respuesta clara. Que lata,,, me da lata. Pensé en no escribirte, en escribirte después, ahora pensé en escribir en el blog mejor. Mal que mal, no es bueno ser tan mentirosa con uno misma, como para pensar que esta vez sí se iba a juntar conmigo.
En fin, hoy necesito de mi arte, y vaciarme en él. Después llegaré a mi casa a cumplir con mis deberes de esposa y dejar los caprichos de lado, que lata, me da lata.
Mi naturaleza sigue intacta, esa es mi única lección, lo que es bueno... y es pésimo. Como dice mi amiga Cucha, "soy como el escorpión" (por lo de la cola y matar al que te ayuda a cruzar el río y todo ese cuento), no puedo evitarlo.
Primera vez que no me suena ninguna canción en la cabeza... pensaré en una
"De un tiempo olvidado, ha venido un recuerdo mojado. De una tarde de lluvia y de tu pelo enredado..."
Chata, Fidji.
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