Es extraño sentir cariño por ti, es más extraño sentir que tú también me quieres. Que ambos atesoramos este sentimiento cargado de vida, de culpa y sobretodo de erotismo.
Ir a verte, con cualquier pretexto. Ir a verte y sentir que todo valió la pena con tal de poder besarnos escondidos en la cocina de tu casa, en el pasaje, al final del patio...
Y mirarte, mirarte y verte hablarme con tus ojos, devorarnos en silencio, frente a todos y contra todos. Y vivir paralelamente este deseo-cariño escondidos y a la vista de todos.
Algo me hace sonreír cuando pienso en ti. Algo ha de traicionarnos alguna vez y seremos descubiertos. Hasta entonces, no quiero pensar, ni decidir. Solo quiero correr a verte, y tenerte y besarte y que me toques, y verte sonreir. Y sentir que la vida no va tan mal después de todo.
Creo que esto se está pareciendo mucho a mi definición de amor.
Fidji.
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